FIMO: crónica de una muerte anunciada

FIMOLa caída o desaparición del recinto ferial de Ferrol, como tal, es otro palo más para la ciudad. Y es una pena, al margen del drama humano de los trabajadores.

Ferrol tuvo el mayor y mejor recinto ferial de Galicia, y la más importante de cuantas ferias se celebraban en la región. Esto ya lo sabemos todos.

También sabemos que hubo malas decisiones, mala gestión, chanchullos y demás. Pero esto no es nada nuevo en este país; ¿o sorprende a alguien?.

Tampoco voy a respaldar que se cree una fundación con dinero público para sostener algo insostenible, algo que genere pérdidas, aunque esto se esté haciendo en TODOS los recintos feriales de Galicia gestionados por fundaciones. No se trata de tirar el dinero de todos.

Lo que sí voy a describir, sin entrar en muchos detalles, es nuestra relación con FIMO y el ofrecimiento que en más de una ocasión -alguna no hace mucho- hicimos para tratar de evitar este desenlace.

Empezamos a colaborar con FIMO antes incluso de la creación de Eventi, organizando eventos relacionados con el motor, como aquellos Campeonatos de Car Audio que tanto público llegaron a congregar (algún año el lleno era total).

Con Eventi ya respirando, nos echamos la manta a la cabeza y organizamos la I Feria Feria de la Vivienda y Construcción, Todovivienda, que tantos apuros nos hizo pasar a causa de la huelga de transportistas, y con la que tanto aprendimos.

Hubo una segunda edición al año siguiente, y a ella se sumaron otras como la Feria Náutica,  el European Semmifinal Contest de la EMMA…

Pero llegó el momento del encontronazo. Nunca fuimos de coacciones, de comisiones o de boicots, y uno tiene su aguante. Así que nos plantamos. Y lo hicimos como corresponde, con profesionalidad y transparencia. Nos reunimos con el presidente de la  Cámara de Comercio y le dijimos claramente y con total calma «Eventi no va a organizar más eventos en FIMO; vendremos cuando algún expositor o empresa nos contrate, pero no organizaremos más iniciativas propias«. Esa conversación continuó de inmediato, y con sincera voluntad por parte de la Cámara para resolver el enfrentamiento,  en una reunión a tres bandas; pero no tuvo buen fin.
Y nos plantamos.
En el cajón se quedó un calendario con la Feria de Cerveza, la tercera edición de Todovivienda, la feria del deporte (Tododeporte), Medisalud (feria de salud y terapias), el 2º salón náutico, la 1ª feria ceremonial Galicia …

No voy a entrar en detalles de porqué se produjo ese encontronazo y qué motivó que Eventi dejase de organizar eventos en el recinto ferial, porque sinceramente no resuelve nada esparcir mierda, por expresarme con claridad. Y somos más de sumar que de restar.

FIMO, que ya estaba decayendo, entró en barrena. Evidentemente no porque nosotros hubiésemos dejado de llevar iniciativas; las causas eran otras, y bastante conocidas, pero todo influye en mayor o menor medida.

Teníamos -y considero que seguimos teniendo- muy buena relación con el personal de FIMO. Hoy seguimos apreciando a los que quedan cual capitanes de barco que se hunde.

Con los siguientes relevos de dirección intentamos un acercamiento, pero algo que llamaremos «sexto sentido» nos impedía dar el paso de restablecer la colaboración.

Ahora es casi imposible, pero por aquel entonces, Eventi se ofreció a solucionar una situación que conducía al recinto a lo que hoy conocemos. Tanto a directivos de la Cámara (tanto a la de Paco Cruz como a la de Gato) como a la nueva dirección surgida de la mano de Gato, como a algún político, nos brindamos para reflotar el recinto ferial.

En la época de Cruz aún lo veíamos posible. Nos ofrecimos como empresa externa a dirigir el Consorcio Pro Ferias. A modo de concesión o similar.
Lo que plateábamos era: nos contratas como gestores, con unos objetivos y una remuneración. Que en un año no cumplimos objetivos: nos rescindes el contrato y nos culpas de no haber sido capaces, salvando así tu culo. Que cumplimos los objetivos, pues te apuntas el tanto de decir que has tomado la decisión correcta, y asientas un poco mejor tu culo.
Estábamos convencidos, por aquel entonces, que en un plazo de 3 años se podían sanear las cuentas, para entrar a obtener ligeros beneficios en el cuarto año. Eso sí, habría que dejarnos gestionar,  organizar y atender alguna que otra inversión en infraestructuras (y no precisamente un nuevo pabellón 😉

Podíamos dotar al recinto ferial de algunas mejoras a coste cero. Esto lo llegamos a exponer a cierto directivo, explicándole cómo hacerlo. Pero no se hizo. Nunca se hizo.

El recinto ferial de Ferrol tiene una localización inmejorable y unas instalaciones versátiles como pocos recintos feriales, aunque ahora precisaría de arreglos y reformas. Y aún hoy día el recinto ferial puede ser un buen pulmón económico para la Ciudad. Pero ahí está, muerto de risa.

Finalmente me aventuro a anticipar que el recinto ferial quedará para el puerto, para servir de plataforma logística y de almacenaje. El tiempo dirá si estoy equivocado en esto o no.

Y así todos contentos. Todos menos ciudadanos y comercio.

Cuando no hay interés en solucionar, poco se puede aportar ya.

Y nos apena.